Colaboración y aprendizaje en un aula de CS
Hay muchas barreras para alcanzar el objetivo de "CSforAll". La informática es una meta, pero no una prioridad para muchos administradores y directores de escuelas. La falta de comprensión y familiaridad con la informática, la presión para manejar los planes de estudio evaluados y la falta de recursos y maestros dificultan el desafío de CSforAll1.
La investigación ha demostrado que lograr la equidad en las clases de informática no se trata solo de los recursos materiales, sino también del entorno del aula2. Un objetivo importante del movimiento CSforAll es identificar prácticas en el aula que puedan ampliar la participación entre los estudiantes de grupos que están subrepresentados en informática, como las mujeres y las minorías raciales.
El aprendizaje colaborativo es una de esas prácticas en el aula. El aprendizaje colaborativo presenta aulas que son activas, sociales, atractivas y propiedad de los estudiantes. La investigación muestra que estas aulas dan como resultado un aprendizaje más profundo. La investigación también muestra que el aprendizaje colaborativo puede ayudar a cerrar las brechas de rendimiento3. Sin embargo, la implementación del aprendizaje colaborativo sigue siendo actualmente la excepción. Los estudiantes que responden a las preguntas de sus maestros, según algunos relatos, solo ocupan el cinco por ciento del tiempo de clase. Menos del uno por ciento de ese tiempo se asocia con preguntas o respuestas abiertas4.
Las principales características del aprendizaje colaborativo son: una tarea o actividad común; aprendizaje en grupos pequeños, comportamiento cooperativo; interdependencia; y responsabilidad y rendición de cuentas individual. Las habilidades interpersonales que se pueden adquirir a través del aprendizaje colaborativo pueden ayudar a todos los estudiantes a adquirir la identidad como alguien que puede tener éxito dentro de la informática, pueden ayudar a los estudiantes a proporcionar retroalimentación entre sí y también pueden ayudar a los estudiantes a fomentar el respeto por las diversas opciones.
En las aulas que utilizan el aprendizaje colaborativo, los alumnos interactúan con la información junto con su maestro y sus compañeros. Interactuar con la información incluye conectar la nueva información con el conocimiento previo a través de una variedad de métodos, como leer, escribir, discutir, explicar y resolver problemas. Los estudiantes son participantes activos, a diferencia de los receptores pasivos, en las aulas que cuentan con aprendizaje activo.
El aprendizaje colaborativo también tiene en cuenta nuestro creciente conocimiento de la conexión entre nuestras emociones y el aprendizaje. Las aulas que cuentan con entornos de apoyo ayudan a los estudiantes a incorporar, usar y recordar información5. Esto es especialmente cierto para aquellos estudiantes que vienen a nuestras aulas con desafíos sociales o emocionales5 : la población exacta de estudiantes que normalmente se quedan fuera de las aulas de informática.
Como educadores, no debemos suponer que nuestros alumnos vienen a nuestras aulas de informática divorciados de su cultura, lugar e historia6. No debemos asumir que cuando un estudiante entra en un aula o en un laboratorio de informática está pensando y experimentando lo mismo que nosotros. Muchos estudiantes no entenderán ni apreciarán lo que la informática puede hacer por ellos. Por una miríada de razones, los estudiantes no pueden aprovechar la oportunidad que la informática les presenta. Para que CSforAll se realice, los maestros deben centrarse no solo en lo que los estudiantes están aprendiendo y las herramientas con las que están aprendiendo, sino también en el entorno del aula que puede optimizar el aprendizaje de los estudiantes.
Crear un aula de colaboración
Al utilizar la colaboración en un aula, es importante asegurarse de que las actividades de los estudiantes estén integradas en un contexto auténtico. Este es uno de los principales beneficios de enseñar informática en un contexto STEM: la informática se puede utilizar para resolver problemas del mundo real. La colaboración en el aula no debe ser el resultado del cumplimiento, sino el resultado directo de la tarea en sí. El diseño de tareas es esencial para la colaboración efectiva de los estudiantes. En las actividades de robótica, por ejemplo, se les pide a los estudiantes que participen, se mantengan en la tarea o compartan las tareas por igual. La consideración crítica es la solidez de la actividad, que puedes analizar haciéndote preguntas como las siguientes.
-
¿Los estudiantes verán la actividad como atractiva y divertida?
-
¿La actividad es lo suficientemente sólida como para que todos los estudiantes tengan un papel activo?
-
¿La actividad tiene instrucciones y resultados claros?
-
¿La actividad permite múltiples soluciones?
-
¿La actividad tiene en cuenta los diferentes intereses de los estudiantes?
No todas las actividades pueden alcanzar cada uno de estos objetivos, pero cuanta más robustez incorporen las actividades, más casillas de compromiso podrás marcar, mejor. Por lo tanto, es importante el diseño de la actividad que implica el trabajo en grupo. Aquí hay algunas otras ideas para aprovechar al máximo el trabajo en grupo.
- Enseñar la resolución colaborativa de problemas: la comunicación debe enseñarse y reforzarse para que los estudiantes lo hagan bien. Aquí hay algunas habilidades para enseñar a sus estudiantes.
- Escuche activamente: no interrumpa cuando alguien esté hablando. En su lugar, preste toda su atención sentándose, inclinándose hacia adelante y asintiendo con la cabeza para reconocer al hablante.
- Haga preguntas: si no está seguro de una idea de un compañero de clase, repita lo que cree que quiso decir o está sugiriendo. No te limites a decir: "No estoy seguro de lo que quieres decir".
- En desacuerdo de manera productiva: eventualmente, es posible que el equipo deba llegar a un compromiso o votar sobre una estrategia. Eso está bien porque estar en desacuerdo productivamente puede conducir a ideas maravillosas. Este tipo de desacuerdo a menudo ocurre en el lugar de trabajo. Usa una voz tranquila cuando trates de decidir qué idea usar.
- Dedique unos minutos al final de cada clase a reconocer ejemplos de escucha activa, hacer preguntas y estar en desacuerdo de manera productiva.
- Enseñar persistencia: la persistencia es una habilidad valiosa para la escuela y la vida. Documentar la persistencia es una forma esencial de reforzar la práctica de la persistencia con sus estudiantes y al mismo tiempo enfatizarla como un valor compartido en su aula y escuela.
- Proporcione estructura: asegúrese de que los estudiantes entiendan lo que significa el éxito para la actividad y las reglas que deben seguir para lograr ese éxito. No asuma que los estudiantes entenderán. Modele una comunicación y procedimientos grupales efectivos, utilizando una evaluación formativa, como un boleto de salida, para asegurarse de que los estudiantes entiendan las reglas y que le expliquen lo que significa el éxito del proyecto.
Un aula altamente comprometida con alumnos motivados conduce a mejores resultados de aprendizaje y a maestros y alumnos productivos.