Facilitar la toma de decisiones colaborativa con los estudiantes
La idea de que la colaboración es una habilidad esencial para el éxito de nuestros estudiantes tanto en la escuela como en la vida es indiscutible. Sin embargo, los estudiantes vienen a la escuela con una amplia gama de experiencia y conocimientos cuando se trata de colaboración. Para algunos, es relativamente natural, pero la mayoría de los estudiantes necesitan apoyo y práctica con colaboración para convertirse en miembros seguros y productivos de un equipo o grupo. Después de todo, la colaboración exitosa requiere una serie de interacciones sociales complejas entre personas con diferentes personalidades al servicio de un objetivo compartido, ¡y eso definitivamente no es fácil! Afortunadamente, hay muchas maneras en que podemos apoyar a nuestros alumnos a medida que desarrollan su competencia con la colaboración.
Para empezar, los estudiantes necesitan una comprensión fundamental de lo que es la colaboración. Crear un gráfico Y que describa cómo se ve, se siente y suena una colaboración exitosa puede ser un buen punto de partida para esta discusión. Incluso podría convertir los resultados de esta discusión en un gráfico para su aula, como el que se muestra aquí.
Los estudiantes también tienen que entender auténticamente por qué ser buenos en la colaboración es importante para ellos, y depende de nosotros como sus maestros proporcionarles experiencias de colaboración que lo validen. Las formas en que podemos hacer esto incluyen:
- Garantizar que cuando asignemos proyectos de colaboración a los estudiantes, ambos sean relevantes para ellos y tengan la complejidad suficiente para involucrar a todos en el grupo de una manera significativa. Si el problema o tarea en cuestión carece de profundidad, no habrá suficiente sustancia para que cada estudiante del grupo contribuya de manera auténtica, lo que hace que muchos estudiantes se desconecten, ¡y con razón!
- Asegurarnos de que cuando asignamos roles específicos para que los estudiantes los completen dentro de sus grupos de colaboración, tengan un peso y un rigor significativos para que cada estudiante pueda contribuir y aprender a través de sus contribuciones.
- Dar a los estudiantes la oportunidad de desempeñar cada rol en el grupo : cada estudiante debe tener la oportunidad de experimentar cómo liderar una discusión, convertir ideas en planes de acción, crear o construir, etc.
- Enfatizar proyectos y actividades que ilustren a los estudiantes cómo la colaboración efectiva conduce a mejores proyectos o productos de trabajo. Por ejemplo, en VEX IQ (2ª generación) y EXP STEM Labs, una mejor cooperación conduce directamente a mejores resultados en las competiciones en el aula.
Una vez que los estudiantes entiendan qué es una buena colaboración y por qué es importante, el siguiente paso es proporcionarles herramientas tangibles que puedan usar a medida que aprenden a colaborar de manera efectiva. Y, si bien las herramientas proporcionadas por los maestros ciertamente pueden ser útiles, ¡considere el poder de co-crear estas herramientas con los estudiantes! Cuando los estudiantes participan en el proceso de creación de sus propias herramientas y protocolos, es más probable que las usen, y las herramientas en sí son más significativas para los estudiantes. Los siguientes son algunos ejemplos de herramientas que los estudiantes y los maestros podrían co-crear para apoyar una colaboración exitosa:
- Organizadores gráficos
Para estudiantes mayores:
Para estudiantes más jóvenes:
- Listas de verificación que se pueden utilizar tanto durante el proceso de colaboración, como de nuevo como una herramienta de autorreflexión al final de un proyecto.
- Siglas para recordar a los estudiantes los elementos de una colaboración exitosa
- Un procedimiento para cuando un grupo simplemente no puede llegar a un consenso:
Las herramientas de colaboración que los estudiantes crean deben presentarse como documentos vivos que tienen la agencia para revisar y mejorar según sea necesario. A medida que las habilidades de colaboración de los estudiantes crezcan con el tiempo, es probable que la naturaleza de las herramientas que necesitan también evolucione. Este enfoque también transmite el mensaje crucial de que el proceso metacognitivo de pensar sobre cómo uno está pensando sobre su propio comportamiento es valioso y necesario. Esta no es solo una actividad que se debe realizar al comienzo del año escolar, sino tal vez una que se debe incorporar a las rutinas de su aula periódicamente durante todo el año.
Definitivamente se necesita tiempo y energía para guiar a los estudiantes a convertirse en colaboradores efectivos. Pero, será un tiempo bien empleado, ya que cultivar las habilidades de colaboración de los estudiantes valdrá la pena en tiempo ahorrado a largo plazo, tanto para los maestros como para los estudiantes. ¡Y no se puede subestimar el resultado positivo de toda la vida de ayudar a sus estudiantes a obtener facilidades con una habilidad que necesitarán en sus futuras educaciones, carreras y vidas!